Lectura – Ciclos de Lemmings en el Ártico

¿Cómo las poblaciones experimentan ciclos regulares de crecimiento y declive?

Los lemmings son roedores que se encuentran principalmente en las regiones árticas de Eurasia y América del Norte. Existen varias especies, incluyendo el lemming común (Lemmus lemmus) y el lemming de cola corta (Dicrostonyx groenlandicus). Estos animales son herbívoros y se alimentan de plantas, musgos y líquenes que son abundantes en la tundra ártica. Desde hace mucho se sabe que la población de lemmings tiene una oscilación cíclica que se denomina “auge y caída”, es decir, la población crece de manera espectacular y luego se colapsa.

Tundra, Katpatuka (talk · contribs), FAL, via Wikimedia Commons

Se han sugerido varias hipótesis para explicar la periodicidad cíclica de estas poblaciones. Una de ellas cuando la población de presas, como los lemmings, aumenta mucho, puede superar la cantidad de comida disponible para ellos, lo que hace que su población disminuya. En el caso de los lemmings, los estudios muestran que su número baja porque consumen demasiadas plantas, no porque los depredadores los maten. Otra idea es que la cantidad de depredadores, como ciertas aves que se alimentan de lemmings, también aumenta cuando hay más lemmings. Cuando hay pocos lemmings, estas aves no se reproducen mucho. Pero cuando hay muchos lemmings, las aves se reproducen más y ponen más huevos. Con más depredadores comiendo los lemmings, la población de lemmings baja. Luego, con menos lemmings, los depredadores también disminuyen porque algunos se van a otras áreas y tienen menos crías.

En 2003, investigadores en la Universidad de Helsinki estudiaron a los lemmings en Groenlandia durante un período largo. Encontraron que el ciclo de población de lemmings, que dura aproximadamente cuatro años, no estaba afectado por la comida o el espacio. En lugar de eso, el ciclo se relacionaba con el comportamiento de los armiños, que son depredadores de lemmings. La población de armiños alcanza su punto máximo un año después de que los lemmings alcanzan su máximo. Otros depredadores, como búhos, zorros y algunas aves, responden más rápido a los cambios en la población de lemmings, ayudando a estabilizar el ciclo de población de estos roedores.

Lemming, Argus fin, Public domain, via Wikimedia Commons

El clima puede influir en cómo cambia la población de lemmings. Un estudio de 2008 hecho por la Universidad de Oslo y otros colaboradores encontró que la población de lemmings tiende a aumentar en años fríos, cuando pueden sobrevivir comiendo musgo que crece entre el suelo y la nieve. En años más cálidos, cuando la nieve se derrite y se recongela, este espacio desaparece y los lemmings tienen menos comida, lo que hace que su población disminuya.

Los ciclos de crecimiento de los lemmings suelen seguir un patrón regular de fluctuación. Estos ciclos incluyen:

Urogallo rojo, Richard Bartz, Munich aka Makro Freak, via Wikimedia Commons

Crecimiento Exponencial: Durante la fase de crecimiento, la población de lemmings aumenta a un ritmo rápido. Este crecimiento se debe a la alta tasa de natalidad y a la baja mortalidad en condiciones ideales. La tasa de crecimiento exponencial significa que el número de individuos en la población se duplica en intervalos regulares si no hay factores limitantes.
Pico de Población: La población alcanza un máximo, conocido como el pico de población. En este punto, la densidad de lemmings es muy alta, y la competencia por recursos como alimento y refugio es intensa.
Declive Acelerado: Después del pico, la población de lemmings comienza a declinar rápidamente. Este declive es causado por la sobreexplotación de recursos, aumento de la mortalidad debido a la competencia y depredación, y la propagación de enfermedades.
Recuperación y Nuevo Ciclo: Tras el declive, la población puede empezar a recuperarse, iniciando un nuevo ciclo de crecimiento. La recuperación se debe a la disminución de la competencia y a la disponibilidad de nuevos recursos.

Además, los parásitos pueden causar fluctuaciones en las poblaciones de animales. Por ejemplo, el urogallo rojo, una especie de ave, muestra cambios regulares en su población debido a los parásitos que viven en sus intestinos. Cuando hay muchos parásitos, menos urogallos tienen éxito en reproducirse, lo que reduce la población. Para controlar estas fluctuaciones, los ecólogos de la Universidad de Stirling en Escocia trataron de eliminar los parásitos de las aves. Capturaron las aves y les dieron un tratamiento que expulsaba a los parásitos, lo que ayudó a estabilizar la población de urogallos.

¿Cómo los factores influyen en los ciclos de población?

La dinámica de los ciclos de población de lemmings es el resultado de la interacción de diversos factores bióticos y abióticos:

Efectos en los Depredadores: Las fluctuaciones en la población de lemmings afectan a los depredadores que dependen de ellos como fuente de alimento. Durante los picos de población, los depredadores tienen acceso a abundante alimento, lo que puede llevar a un aumento en su número. Sin embargo, durante los declives, los depredadores pueden enfrentar escasez de alimento, lo que puede reducir su población.
Impactos en la Vegetación: Los lemmings tienen un impacto notable en la vegetación de la tundra. Durante los periodos de alta densidad, pueden consumir grandes cantidades de vegetación, lo que puede afectar la estructura del hábitat y la composición de las plantas.
Efectos en el Suelo: La actividad de excavación de los lemmings puede alterar la estructura del suelo y afectar los ciclos de nutrientes en el ecosistema. Sus túneles y excavaciones pueden influir en la distribución de los nutrientes y en la estructura del hábitat.

Comprender los ciclos de población de lemmings es crucial para la gestión y conservación del ecosistema ártico. Los ciclos regulares de crecimiento y declive tienen implicaciones para la conservación de especies y la gestión de los recursos naturales: Conservación de Depredadores que dependen de los lemmings deben ser gestionados teniendo en cuenta las fluctuaciones en la disponibilidad de alimento. La conservación de estos depredadores requiere una comprensión de los ciclos de población de sus presas. Y la gestión del Hábitat debe considerar los efectos de los ciclos de población de lemmings en la vegetación y en el suelo. La protección de los hábitats críticos y la promoción de la salud del ecosistema son esenciales para mantener el equilibrio en el ecosistema ártico.

Los ciclos de población de lemmings en el Ártico son un fenómeno ecológico fascinante que proporciona información valiosa sobre la dinámica de poblaciones y las interacciones entre especies. Estos ciclos de crecimiento y declive no solo afectan a los lemmings, sino que también tienen repercusiones en el ecosistema ártico en su conjunto. Comprender estos ciclos es esencial para la gestión de la vida silvestre y la conservación de los ecosistemas árticos, especialmente en un contexto de cambio climático y alteraciones ambientales