Lectura – Aceleración y el cuerpo humano: Riesgos y precauciones

¿Cómo influye la aceleración en nuestra vida?


La aceleración es el cambio en la velocidad de un objeto con respecto al tiempo. En el contexto del cuerpo humano, la aceleración puede tener diversos efectos, especialmente cuando se experimentan cambios bruscos en la velocidad o dirección del movimiento.

Al acelerar o frenar bruscamente en un vehículo, los ocupantes pueden sentir fuerzas que empujan o frenan su cuerpo. Estas fuerzas pueden llevar a lesiones, especialmente en el cuello y la espalda, en lo que se conoce como latigazo cervical. Los dispositivos de seguridad como los cinturones de seguridad y los airbags ayudan a mitigar estos efectos.

Otro aspecto es en los deportistas que practican deportes de alta velocidad o realizan actividades extremas pueden estar expuestos a aceleraciones significativas. Por ejemplo, los pilotos de carreras de Fórmula 1 experimentan fuerzas laterales intensas al tomar curvas a alta velocidad, lo que puede afectar su resistencia física y su concentración.

Además de ello, en situaciones como caídas o accidentes, la aceleración repentina puede provocar lesiones, como fracturas y contusiones. La gravedad puede agravar los efectos de la aceleración, especialmente en caídas desde alturas significativas.

Es importante destacar que el cuerpo humano tiene ciertas limitaciones para resistir fuerzas de aceleración extremas. Las lesiones asociadas con la aceleración a menudo dependen de la magnitud, dirección y duración de la fuerza aplicada. Los mecanismos de seguridad, el entrenamiento adecuado y el uso de equipo de protección pueden reducir significativamente el riesgo de lesiones relacionadas con la aceleración.

¿Cómo afecta la aceleración en los vuelos espaciales?


La fuerza g se refiere a la aceleración gravitatoria experimentada por un objeto debido a la atracción gravitatoria de un cuerpo más masivo, como la Tierra. La letra “g” proviene de la palabra “gravedad”. En la superficie de la Tierra, la fuerza g es aproximadamente igual a 9.81 metros por segundo cuadrado (9.81 m/s²). Esto significa que cualquier objeto en caída libre experimentará una aceleración de aproximadamente 9.81 m/s² hacia abajo debido a la gravedad terrestre.

La fuerza g es fundamental para la vida humana, ya que nos mantiene en la superficie de la Tierra y permite que todos los objetos tengan peso. Nuestros cuerpos están adaptados para vivir y funcionar en condiciones de gravedad, lo que influye en nuestro desarrollo físico y en el funcionamiento de nuestros sistemas fisiológicos.

 Durante el lanzamiento de un cohete espacial, los astronautas y la carga útil a bordo experimentan fuerzas g significativas debido a la aceleración. Estas fuerzas pueden ser extremadamente altas, especialmente durante los primeros segundos del lanzamiento. Durante el despegue, los astronautas pueden estar sometidos a varias veces la fuerza de gravedad de la Tierra (medidas en “g’s”), lo que puede afectar temporalmente su visión y respiración.

Los viajes espaciales prolongados, como las misiones a la Estación Espacial Internacional (EEI) o misiones de exploración planetaria, pueden tener efectos negativos en el cuerpo humano debido a la falta de gravedad en el espacio. Cuando los astronautas están en órbita, experimentan microgravedad o ingravidez, lo que puede llevar a la pérdida de masa muscular, disminución de la densidad ósea y cambios en el equilibrio y la coordinación. Esto es un desafío para la salud y la capacidad física de los astronautas, y se han realizado investigaciones para abordar estos problemas.

Durante el reingreso a la atmósfera terrestre, los astronautas también experimentan fuerzas g significativas. El aterrizaje puede ser un evento intenso y desafiante para el cuerpo humano, y se utilizan sistemas de protección, como trajes espaciales y asientos diseñados para absorber las fuerzas g, para asegurar un aterrizaje seguro.

¿Cuáles son los riesgos de someterse a fuerzas g muy grandes?


Cuando el cuerpo humano se somete a mucha aceleración, ya sea en situaciones de alta velocidad, cambios bruscos de dirección o aceleraciones extremas, pueden surgir una serie de problemas y efectos negativos como:

  • Latigazo cervical: Es una lesión común en accidentes automovilísticos y otras situaciones en las que el cuerpo se somete a una aceleración o desaceleración brusca. La cabeza se mueve hacia adelante y hacia atrás rápidamente, lo que puede dañar los músculos, ligamentos y vértebras del cuello.
  • Lesiones en extremidades: Durante aceleraciones extremas o cambios bruscos de dirección, las extremidades pueden sufrir tensiones excesivas o fuerzas que provoquen torceduras, fracturas o lesiones musculares.
  • Daño en órganos internos: La aceleración repentina puede hacer que los órganos internos se muevan dentro del cuerpo y choquen con las paredes del torso, lo que puede provocar daños y lesiones internas.
  • Pérdida de la conciencia: En situaciones de aceleración extrema, como en vuelos de alta velocidad o maniobras aéreas intensas, los pilotos y pasajeros pueden experimentar una disminución temporal del flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede llevar a la pérdida de la conciencia o desmayos.
  • Problemas cardiovasculares: La aceleración extrema puede afectar el sistema cardiovascular, causando cambios en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que puede ser problemático para personas con problemas cardíacos preexistentes.
  • Náuseas, mareos, fatiga y alucinaciones: La aceleración rápida y constante puede provocar sensaciones de náuseas y mareos debido a la estimulación del sistema vestibular en el oído interno. La exposición continua a aceleraciones extremas puede causar fatiga muscular y estrés en el cuerpo, lo que podría afectar el rendimiento y la capacidad para realizar tareas físicas y cognitivas.

Para reducir el riesgo de problemas relacionados con la aceleración, es esencial tomar medidas adecuadas de seguridad y protección, como el uso de dispositivos de retención y sistemas de seguridad en vehículos, el entrenamiento adecuado en actividades de alta aceleración y el diseño de equipamiento de protección para situaciones extremas. También se debe tener en cuenta el estado de salud y las condiciones médicas de las personas involucradas antes de someterlas a aceleraciones intensas.